SECCIONES

... Y TODO RECTO HASTA EL AMANECER

Si sabes lo que significa, no te digo nada más, nos vemos allí y lucharemos con los piratas, las fieras y los indios, danzaremos con las hadas y comeremos pasteles imaginarios con los niños perdidos. Si aun así no lo sabes... quizás perdiste un algo dentro tuyo que te impide ver las cosas sencillas e importantes que hay a tu alrededor... búscalo y empezarás a ser feliz.

jueves, 27 de mayo de 2010

Yo quiero ser Druida

Si, me gustan los comics, me gustan mucho, me han acompañado toda mi vida desde que a los 5 años alguien en casa me dio un libro de Superman que por Sant Jordi una caja de ahorros le había regalado.  Aquel libro terminó reducido a hojas sueltas de tanto mirarlo y remirarlo y aunque no sabia leer conocía todas las viñetas de memoria.

Después de aquel vinieron una larga lista de personajes, tebeos y comics varios, entre ellos Asterix!!!.  Aparte de ser uno de los cómics en el que mejor se dibujan las manos (en mi vicio del dibujo Uderzo es el maestro para copiar manos y Hergé de Tintin para copiar coches antiguos y chaquetas), había algo en esos libros que me enganchaba aun más que mis autodidactas clases de monigotes.

Supongo que quien más quien menos cuando ha leído un libro, ha visto una peli que le ha gustado o se ha devorado un cómic una y otra vez termina por identificarse con uno o varios personajes, sobre todo si tienes menos de 12 años y aun no te han cambiado el Darsil por un jarabe asqueroso para adultos.  Quieres ser como ellos, vivir esas aventuras y hacer esas cosas extraordinarias.

A mi, de Asterix me fascinaba Panoramix el druida.  Ese señor con una hoz de oro colgada del cinto que subía a los árboles y buscaba por el bosque plantas y era capaz de preparar una poción maravillosa y extraordinaria que daba una fuerza sobrehumana a los galos.  Yo quería ser un druida!!!
















(imagen sacada de www.asterix.com)

Después, mi madre, un día me compró un libro, El Druida de Morgan Llywelin.  Definitivamente, yo quería ser eso.  Quería ir al bosque, escucharlo, entenderlo y conocer  lo que me estaba ofreciendo.  Quería además saber porqué desde madres a hijas se ha enseñado que a según que guisos se les ha de poner laurel, o comino, por qué determinadas bebidas se han hecho desde siempre mezclando plantas, como mi gata come una hierba cuando se encuentra mal o porque las plantas que yo veo aquí no las puedo encontrar si voy  al otro lado del planeta.

Así que después de dar muchas vueltas y terminar aceptando que hoy en día si quieres ser Druida no puedes ir buscando en tu tribu alguien que te pase su antigua sabiduría (por lo visto las tribus de hoy son urbanas y de sabidurias saben poco), descubrí que podía estudiarlo directamente, pagando una pasta eso si, pero con voluntad y con paciencia, conseguida la fuente económica y teniendo claro que lo de la barba blanca y la hoz de oro no iban a poder ser,  me apunté a estudiar fitoterapia (plantas medicinales) y luego ampliando estudios terminar Naturopatía (en ello estoy).

Cuando te van diciendo cada plantita y lo que puede hacer, su historia, como es... me doy cuenta de que la mayoría de las que me han rodeado siempre, con las que he jugado, las que hay en cualquier trocito de tierra que aun queda en mi pueblo, en los bosques que me han llevado mis padres, el que había al lado de la casa de mi yayo... todas ellas aportan mucho.  Hoy día están olvidadas, mucha gente las corta o las quita llamándolas malas hierbas (sacrílegos!!!).  No puedo salir a pasear sin mirarlas a todas con otros ojos, sonriendoles y agradeciendoles su presencia.  Quizás eso quiere decir que mi Panoramix interior acaba de hacer posesión de mi persona después de rondarme durante toda la vida.

Estas fotos que os voy a colar ahora como quien no quiere la cosa son todas hechas en mi pueblo, en los jardincitos de entre bloques y en el campo que queda justo cuando se terminan los edificios, junto a la autopista.  Todas tienen propiedades medicinales aunque hay que saber tratarlas y usarlas, cosa que nuestros bisabuelos y tatarabuelos sabían y que desgraciadamente nosotros hemos terminado olvidando.  Y bueno, estas están contaminadas por el entorno como para poder usarlas pero no dejan de tener su esencia y de transmitirme cosas.




















BOLSA DE PASTOR.




















DIENTE DE LEON.
















HIERBA DE SAN ROBERTO
















GRAMA (el cesped de toda la vida vamos)





















MALVA
















CAMPO DE AMAPOLAS




















LLANTEN MENOR



MÁS AMAPOLAS




Desde la primera vez que me llevaron al parque hasta hoy, siempre que veo el gran abeto que hay en uno de sus extremos y como caen las ramas hacia abajo creando una especie de espacio interior sombrío y delimitado por ellas, pienso que se podría vivir perfectamente a su sombra toda la vida.















Mientras el sol en primavera entra por sus ramas sin llegar a molestar.




















Ah!!! para los más curiosos... 

De Tintin me gustaba el profesor Tornasol y un día que tenía dinerito acabé comprándome un péndulo, aunque aun no he encontrado agua (tiempo al tiempo) y también he querido ser Supermán claro.  De hecho hace 3 años lo intenté y como consecuencia terminé con un pinzamiento en la espalda que me tubo los 15 días de Navidad tumbadita y moviéndome solo de la cama al sofá.

Pero lo de Druida... ahí si creo que he acertado de pleno.

Nos vemos en el bosque compañeros galos, lacetanos, layetanos, celtas del mundo y comiqueros variados.

Por cierto... y vosotros??? alguna vez habéis querido ser algún personaje en concreto??? de libro, de peli???  espero respuestas ;)

1 comentario:

Conxa dijo...

Pues a mi me gustaria ser una ninfa del bosque, un Deba....